sábado, 22 de noviembre de 2014

Carta abierta 21 de noviembre de 2014



Carta Abierta

A Su Santidad el Papa Francisco
Al Sr. Ban Ki-moon 
Secretario General de las Naciones Unidas
A los Organismos de Derechos Humanos
A la Prensa Internacional
A la Opinión Pública

"Los cínicos conocen el precio de todo y el valor de nada” 
Oscar Wilde

Jugando con el tiempo (Quien es el titiritero?)

Setenta días después, de publicar otra carta abierta en donde explico la terrible experiencia que me ha tocado vivir, junto con mi mujer, aquí en Brasil, deseo hacer patente las respuestas por parte de las personas, instituciones y organismos a los cuales iba dirigida: ninguna.
Disculpo a los organismos, pues los derechos humanos andan todos deshilachados y no deben de tener suficiente personal como para recomponerlos. Además, ellos no han provocado nada en este entuerto.
Las personas que dirigen las instituciones a las cuales hice referencia, tal vez, no encontraron espacio en sus ocupadas agendas, para leerla o les pareció una broma.
Quise esperar un tiempo, porque lo considere prudente. Reflexionar con la tranquilidad necesaria es bueno (aunque nosotros no la tuvimos).
Mis adversarios, en cambio, la encontraron. Y puedo afirmar esto, a través de su comportamiento: nos tuvieron en cuarentena. Así como los médicos recomiendan aislar a quien porta alguna enfermedad contagiosa.
Nos aislaron. Con base en la incomunicación, han intentado llenar nuestro espíritu de terror y odio, atacando directamente en nuestra vida privada. Ellos han sumado a todas sus ventajas, licencias que no les corresponden. Este asunto que es de índole mercantil, ellos lo llevaron al rango personal.
Pero, han cometido muchos errores. El más preocupante, para su causa, es la gran cantidad de personas y entidades que han involucrado con sus mentiras. El hermetismo utilizado, para evitar se sepa de un delito, es mas allá de lo normal.
Ver a funcionarios de alto rango (tanto del sector público, como de la iniciativa privada), convertidos en títeres, es muy triste.
Observar a instituciones de gran prestigio, prestarse a un embuste que las dejara marcadas para siempre, es patético.
Quien tiene tanto poder en Brasil, que el director de una compañía de comunicación muy importante SIM (proveedora de internet y televisión), miente cada vez que mi mujer le pide una explicación acerca de un adeudo que tiene con nosotros? Estoy seguro que la empresa tiene con qué pagar, sin embargo, como él lo ha expresado, no lo dejan.
Quien manda en este país, para que los representantes de un importante tribunal hayan  convertido en hamaca su orgullosa toga?
Por qué, dos de los mejores centros de salud: el Hospital Sirio-Libanés y el Hospital Albert Einstein, han colaborado en algo tan bajo, como negar la atención médica a una persona que padece cáncer?
Quienes pueden engañar al máximo organismo de las telecomunicaciones, como para manejar las agendas de ejecutivos importantes?
Que tanto dinero han invertido, para estar todo el día escuchando nuestros teléfonos? Qué clase de tecnología controlan, que pueden estar, a toda hora, en nuestros correos electrónicos?
Hace dos meses, con mucho esfuerzo, hemos comprado otra computadora que estamos pagando en cuotas mensuales. Tardamos más en encender la máquina, que en darnos cuenta de que nos espiaban: otra vez!
Así acostumbran, pues de esa manera roban información y tejen los infundios.
Nuestra condena decretada por el tribunal de la soberbia, ha ido demasiado lejos. Son más de seis años de torturas. Y solo por escribir un libro. Qué, además, por la torpeza de sus actos, ilumina el mundo en que se mueven.
No les ha sido suficiente la censura en contra de mi obra? Ese libro tenía que haber visto la luz hace más de seis años y con su táctica de distracción lo han dejado empacado hasta el día de hoy. La firma del contrato por los derechos de mi libro, por parte de LAN, la línea aérea chilena, fue una simulación para esconder algo más grave que la denuncia contenida en el texto.
También, con ayuda de, quien debe vigilar que se cumpla la ley, han ido ganando tiempo para evitar delitos que prescriben. Pero se olvidan que existen algunos que nunca caducan; y ya los cometieron.
Como explique en mi carta fechada el 11 de septiembre de este mismo año, la brutalidad con la que hemos sido tratados, merecía la atención de las mandatarias de Brasil y Chile. Por desgracia, la supremacía de estos personajes sobre ambos Estados, es notoria.
Hoy vuelvo a escribir, con la esperanza no tan solo de encontrar una respuesta, sino con la necesidad de la denuncia. Pues, considero injusto que sigan protegidos, estos malhechores, por quienes deben custodiar la normatividad.
Además, ellos han violado cuando menos el 60% de los artículos de la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS, que signaron los Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas.
Este documento repudia el menosprecio de los derechos humanos. Que no es distinto a lo que nos han hecho vivir los últimos seis años.
Estos miserables, quieren una sociedad de misántropos, pues saben que la unión hace la fuerza. Por eso, inducen al caos, para enfrentar a todas las partes y ellos quedar al margen de lo que provocan.
Pegan con la derecha y acarician con la izquierda. Un verdadero tándem.
Se mueven por las alturas en conjunción con sus pares, los de las alcantarillas. Pero el hedor es el mismo.
Como viven de la apariencia les angustia la realidad, que es el espejo de su conciencia.
Esta historia es como muchas existentes, en donde se tiene que ir cubriendo la mentira usada de repente. Sin embargo, no es una historia común. Aunque por la arrogancia de sus actores, la han convertido en vulgar.
Al llegar a Brasil, hace seis años y tres meses, mi equipaje venía lleno de sueños, los que fueron derretidos no por el calor de esta tierra, sino por las llamas que desprenden todos los integrantes de este atropello.
No tienen respeto alguno por la vida. Juegan con el tiempo pensando que lo manejan.
Se les olvida que, ellos, son los títeres!!!
Durante setenta y cinco meses hemos sido víctimas del actuar doloso de unos individuos sin escrúpulos. Canallas que fijaron su objetivo en el dinero mal habido. Sin pensar, siquiera, que el peso de la cartera no les permitirá caminar en paz, el resto de sus días.

Atentamente

Francisco Alberto Servin de Alba
A los 21 días de noviembre de 2014
Salvador, Bahía, Brasil.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Iguala es México



Con el respeto a las víctimas, que somos todos.

 

Iguala es México

 

Camino desvelado, por velas de paciencia

que nunca se derriten.

Nubes que contienen años de reclamos,

forman la planicie que arde por sequía.

Atronador sigilo del mismo campanero,

despierta bruscamente la comunal memoria.

Cenizas del olvido, que el viento no se lleva.

 

Francisco Alberto Servin de Alba

Salvador, Bahía, Brasil

8 de noviembre de 2014